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LAS CAMISAS WESTERN

LAS CAMISAS QUE ENAMORARON A DALÍ


Dalí, el hombre que fusionó arte y ciencia a través de la pintura. El hombre del surrealismo, el aventurero del sueño que surcaba en barco los cielos del subconsciente. El artista universal con sede en Portlligat. El excéntrico, el desterrado, el eterno protagonista. El mesías que salvó a la pintura del caos del siglo XX fue un fan declarado de las camisas western, las camisas estilo cowboy que le enamoraron en sus viajes a Estados Unidos.

 

Nada más lejos de la realidad, si uno se fija bien, son numerosas y repetidas las fotos en las que el pintor surrealista aparece luciendo una camisa western. En general siempre y sobre todo cuando se encontraba en Portlligat, su casa residencial a orillas del Mediterráneo, donde Dalí generó la mayor parte de su obra.

Muchos consideran a Dalí todavía como un loco. Otros más bien un genio loco. Y en general se le recuerda por su obra pictórica. Dalí no necesita presentación, fue un pintor extraordinario, pero lo cierto es que fue también un escritor prolífico y un constante lector y divulgador de la ciencia, escultor, diseñador de joyas y ropa, y sin duda una fuente de inspiración para el mundo de la moda. Un verdadero hombre del renacimiento en la era atómica y del psicoanálisis que obligó al mismísimo Freud a atender a sus escritos.

Hay cientos de postulados y reportajes sobre el pintor más grande del siglo XX, pero este es el primero que recoge una de las aficiones más desconocidas de Salvador Dalí, las camisas western.

La camisa western. La prenda cosmopolita de la frontera americana que enamoró a Dalí

Como cualquier otra prenda de tinte antropológico las camisas western son producto de un periodo concreto circunscrito a una situación social, política y cultural. Se desarrolla a lo largo del siglo XIX con la llegada de los colonos europeos a tierras americanas y termina por popularizarse y convertirse en una prenda de moda a partir de 1960. Es en ese sentido consecuencia directa del devenir de la historia y a la vez una prenda capaz de sobrevenirla.

Las camisas western son una prenda de frontera entre lo que ahora conocemos como américa del sur y América del norte, y es quizá una de las prendas americanas más cosmopolita que existen a pesar de no proceder de una zona especialmente poblada.

En su origen, las camisas western no eran otra cosa que prendas de trabajo que usaban los nativos americanos mezcladas con el estilo colono de los uniformes confederados. Eran muy difíciles de conseguir porque por entonces no había algodón en la zona de la frontera y ni la industria estaba lo suficientemente desarrollada ni las conexiones con las ciudades establecidas. El salvaje oeste estaba desvinculado de la sociedad civilizada, de forma que al principio las camisas western se diseñaron con pieles de animales y cuero. Carecía de bordados y detalles, pero fueron prototipo del diseño para las futuras camisas western una vez la comunicación permitió el acceso a nuevos materiales.

El tren sirvió de conexión, y personajes como Buffalo Bill hicieron de representante. En 1883 se organizó la primera gira por Estados Unidos de la mano de Buffalo Bill con el fin de exportar la cultura del salvaje oeste al resto del país. La admiración que suscitó en el mundo civilizado este tipo de vida salvaje y fuera de la ley causó sensación desde el primer momento y despertó el interés por su cultura.

La idea original de las camisas western era conseguir una prenda de trabajo resistente que a la vez fuese cómoda, especialmente para quienes trabajan en la mina o la ganadería. A comienzos de 1900 empieza a tomar forma y estilo, se incorporan cinco botones a las mangas, se alarga ligeramente la parte trasera y se refuerzan la parte delantera del pecho y hombros con bordados decorativos.

Cowboy mexicano con camisa western

Cowboy mexicano con camisa western

En 1920 las camisas western se popularizan al aparecer en la gran pantalla. El interés por ellas aumenta y la prenda ve cómo la demanda crece progresivamente a niveles inesperados. Se convierte en la prenda icono del western con películas como El Tesoro de la Sierra Madre o El Bueno, el Feo y el Malo, y para la década de los años cincuenta se considera ya como un producto de moda que culmina con la animación de los bordados durante los años sesenta. Las camisas western son a día de hoy una prenda de moda muy presente.

Se considera a Jack A. Weil el padre de las camisas western por ser quien en cierto modo remató la prenda al incorporarle los botones de cierre a presión y convertirla en una prenda definitivamente identitaria. Decía: «La idea era venderle al vaquero lo que para él significaba toda su vida». Y así terminó de diseñar una camisa acorde a las exigencias de una filosofía de vida, la imprudente y extravagante vida del salvaje oeste.

Lo que quizá nunca imaginó es que la prenda diseñada exclusivamente para cowboys cruzaría la invisible frontera imaginada del salvaje oeste para llegar a lugares jamás pensados, escenarios del futuro y países muy lejanos hasta llegar a las manos del artista que salvó a la pintura del siglo XX del caos, Salvador Dalí, un fan declarado de las camisas western.

 


Salvador Dalí y las camisas western


«Todo pintor pinta la cosmogonía de sí mismo. Rafael la era del renacieminto.


Dalí la era atómica y freudiana. Cosas nucleares y psicoanalíticas», Dalí.

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

«Yo trabajo concretamente en el momento de dormir. Mis mejores ideas vienen de mis sueños.


Y la creatividad más dalineana se produce mientras duermo», Dalí.

Salavador Dalí trabajando con camisa western

Salavador Dalí trabajando con camisa western

«Me he hecho en estas piedras. Aquí he forjado mi personalidad, he descubierto mi amor, he pintado mi obra, he construido mi casa. No me puedo separar de este cielo, de este mar, de estas rocas. Estoy ligado para siempre a Portlligat, donde he decidido todas mis verdades más sinceras y mis raíces», Dalí.

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

«Es evidente que existen otros mundos, eso seguro; pero, como ya he dicho muchas veces, esos otros mundos están en el nuestro, residen en la tierra y precisamente en el centro de la cúpula del Museo Dalí, donde está todo el nuevo mundo insospechado y alucinante del surrealismo», Dalí.

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

 

«El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan», Dalí.

Gala y Dalí con camisa western

Gala y Dalí con camisa western

 

«El contenido de lo que escribo es muy superior al contenido de lo que pinto», Dali.

Dalí con camisa western junto a Gala

Dalí con camisa western junto a Gala

«Aquellos que no quieren imitar nada, no producen nada», Dalí

Dalí con camisa western en Portlligat

Dalí con camisa western en Portlligat

 

«Salvador Dalí, como su propio nombre indica,


está destinado nada menos que a salvar la pintura moderna de la pereza y del caos», Dalí.

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

Salvador Dalí, fan declarado de las camisas western

 

«Explicar lo inexplicable. Vivir el mundo de los sueño», Dalí.

Dalí con camisa western en Portlligat

Dalí con camisa western en Portlligat

 

«No tomo drogas. Yo soy una droga», Dalí.

Dalí en su casa de Portlligat

Dalí en su casa de Portlligat

 

«Un día tendrá que ser admitido oficialmente que lo que hemos bautizado ‘realidad’ es una ilusión aún mayor que el mundo de los sueños», Dalí.

Dalí y Gala

Dalí y Gala

 

«El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos», Dalí.

Gala y Dalí

Gala y Dalí

 

Picasso es un pintor, como yo; Picasso es español, como yo;


Picasso es un comunista, yo no lo soy», Dalí.

Salvador Dalí con camisa western

Salvador Dalí con camisa western

«La inteligencia sin ambición es un pájaro sin alas».

Salvador Dalí firmando con camisa western

Salvador Dalí firmando con camisa western

Dalí en Portlligat, 1967-1972. Foto de Rober Whitarer

 

«No te empeñes en ser moderno.


Por desgracia, hagas lo que hagas, es la única cosa que no podrás evitar ser», Dalí.

Dalí con camisa western

Dalí con camisa western

 

Sabe que la peor cosa es la libertad. La libertad de cualquier tipo es lo peor para la creatividad. Dalí pasó dos meses en la cárcel en España, y esos dos meses fueron los más divertidos y felices de mi vida. Antes de mi período de encarcelamiento, estuve siempre nervioso, ansioso. No sabía si quería pintar, o quizás hacer un poema, o ir al cine o al teatro, o conquistar una chica o jugar con los chicos. Las personas me pusieron en la cárcel y mi vida se volvió divina. ¡Tremendo!, Dali.

Dalí con camisa western

Dalí con camisa western

 

“El primer hombre en comparar las mejillas de una joven a una rosa fue obviamente un poeta,


el primero en repetirlo fue posiblemente un idiota». Dalí.

Dalí con camisa western

Dalí con camisa western

 

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