Cómic español para notables españoles
Del mismo modo que Félix Rodríguez de la Fuente frecuentaba la Sierra de Gredos o David Attenborough se arrastraba por los campos para tratar de emular el punto de vista de un caracol, Furillo (Zaragoza, 1976) visita los bares. Se toma algo, estudia a los parroquianos y toma notas: del diámetro de sus dilatados estómagos, del gracejo de sus dichos, del colorido de sus camisas y los cercos de sudor. Hablar de Furillo es hablar de las servilletas de papel y los palillos al pie de la barra, de brandy, de putas, de abnegadas esposas de misa de doce, pero también es hablar de política ficción, del Tenorio y El Quijote, de López Alegría y de Roldán, de héroes y villanos, de honor malentendido y envidia desmedida. De España en definitiva, pasada por un filtro de realismo sucio. Pero ojo, una suciedad es-pa-ño-la, una suciedad con sus porqués y su razón de ser.
Tras años de colaboraciones de formato breve en El Jueves y el Tmeo principalmente, Furillo se lanza con «Nosotros llegamos primero» a las procelosas aguas de la novela gráfica, rayando a una altura inusitada, conjugando destreza gráfica, mal gusto y un guión verdaderamente trabado y complejo, para parir una odisea española, un clásico contemporáneo que retrata lo que fuimos y lo que, aunque nos joda, aún somos.
La mierda siempre suele aparecer en tus tebeos, ya sea como detallicos de fondo o cobrando auténtico protagonismo como en tus personajes los Mierdez, del Tmeo. ¿Qué es lo que te atrae tanto de las heces? Y ya entrados en materia fecal, ¿cómo suelen ser tus cagadas?
Supongo que su plasticidad. Son fáciles de dibujar y muy agradecidas. Transmiten tanto con tan poco que vienen a ser como los haikus de la naturaleza. En cierta forma las mierdas para mí son como las berenjenas para Ibáñez. Siempre que veo un hueco por ahí que me chirría pues coloco una mierda apoyada en la pared y me quedo tranquilo. La mierda es el mensaje que la naturaleza nos manda cada día, si somos afortunados, para recordarnos de qué estamos hechos y quienes somos, simples trozos de carne que tienen fecha de caducidad. Por otra parte su miseria es tan graciosa… a mí ha habido cagadas que me han alegrado el día. Vas andando por la calle y… ¡toma! un desaprensivo ha dejado abandonado en la acera el chorizo que ha soltao su perro, una cagada colosal y asquerosa que te acaba robando, zalamera, una sonrisa. Casi agradeces que el hijo puta no la haya recogido.
Hubo una época, hace años, que tenía que desplazarme por trabajo todos los días a cierta localidad, a cien kilómetros de Zaragoza. No disponía de vehículo y me desplazaba en autobús. El madrugón era severo, el autocar, viejo e incómodo. Al tercer o cuarto día de realizar aquellos penosos desplazamientos que comenzaban a deprimirme, al entrar en el servicio de la estación de aquel pueblo, descubrí horrorizado/extasiado la obra de un enfermo. Lo que parecía un helado de chocolate que cubría media taza del wáter y la tapa y se derramaba por el suelo. Tras el asco vino la reflexión, la risa. Aquella mañana de trabajo la realicé con una media sonrisa y mejor disposición. ¿Por qué? Lo mejor es que al día siguiente descubrí una nueva obra de aquel genio. Un nuevo despropósito fecal me recibió al entrar en aquel baño. ¿Cómo era posible que alguien tuviera tan mala digestión y tan pésima puntería? Parecía el wáter de un barco lleno de marineros borrachos con disentería después de una tormenta. Como podéis imaginar al día siguiente entré en aquel wáter con la ilusión de contemplar una nueva obra maestra. Lamentablemente el jiñador fantasma no volvió a actuar. Fuera quien fuera, sospeché de un jubiletas tembloroso que frecuentaba la estación, le brindo desde aquí mi agradecimiento. Bueno, y mi solidaridad con el personal de limpieza. En cuanto a mis deposiciones son de una consistencia progresiva conforme avanza el día. Sonoras y tipo barro al amanecer. Más sólidas a medio día. Y tirando a duro antes de acostarme. Sí, cago tres veces al día.
Existe un alto porcentaje de personajes de cómics creados en Zaragoza que comparten el nexo común de la falta de higiene, ya sea tu Maeztro pasando por Pepe Persona de Calvo o el propio Kalitos cuando aparece autodibujado por él mismo ¿Qué extrañas vibraciones emergen del Ebro que os llevan a idear personajes tan cochinotes?
Algo hay en la ribera del Ebro, sí. Comparto con esos dos titanes que has nombrado el gusto por lo grueso, desde luego. Podría identificarse una impronta bruta y marrana en el humor maño, fruto de cerebros sometidos a una climatología indómita y de extremos, extensible quizá a todas las poblaciones de la ribera. Pero en el fondo supongo que eso depende de la persona más que del sitio. También hay dibujantes en Zaragoza muy finolis.
¿Qué te parece el invento del bidet?
Para poner los botes de crema y el papel higiénico va bien. Pero se llena de pelos y porquería. Yo lo quité de mi baño. Ahora cuando cago puedo estirar las piernas. Además, ¿para qué sirve?, ¿para limpiarse las pelotas? Pues anda, lávate entero ¿o qué? No, es que me place ahora limpiarme los genitales, justo ahora antes de ir a trabajar y ducharme es mucho lío. Anda anda, pajero, dúchate entero que los sobacos los llevarás medio bien también.
«Donde hay pelo hay alegría» es el título de tus dos primeros álbumes publicados en el Tmeo ¿Crees sinceramente que dónde hay pelo hay alegría? Te pregunto esto porque alguna vez he visto a peña con unos omóplatos greñudos bañándose en la piscina pública y tampoco me parece que sean la alegría personificada. A todo esto ¿qué opinas de la depilación?
Lo de «Donde hay pelo hay alegría» aparte de ser un fantástico refrán que resume un poco el tipo de humor que contienen esos álbumes entronca un poco con el tema de la mierda. Mierda y pelo son dos sellos de humanidad. El pelo es otro de los referentes naturales del humor. La relación entre el ser humano y el pelo genera muchas situaciones de auténtica risión. Calvicies mal llevadas, frondosidades nasales, orejas melenudas, remolinos mañaneros… el pelo humilla, alegra y humaniza al ser humano a partes iguales. Personalmente me gustan las mujeres depiladas en su justa medida.
Compartes con Santiago Valenzuela cierta fijación en el universo hostelero más cochambroso, tanto su cosmogonía como sus chascarrillos, ¿Te imaginas un crossover capitán Torrezno vs Panzer?
Sería un clímax de gozo.
¿Qué le pasó a un primo tuyo con unos hongos?
Bueno, era algo más cercano que un primo. Resumiendo, un día se dio cuenta de que no podía remangársela. Vamos, que de un día para el otro el tío tenía fimosis. Acudió al médico que examinó aquello y le dijo que esa sequedad en el pellejo y esa imposibilidad de estirarlo que habían devenido en una fimosis se debía a ciertos hongos que, por desgracia, son más habituales y menos sórdidos de lo que pensamos. En definitiva que cualquier día te puedes levantar con fimosis. Ánimo. Lo peor de todo es que la solución consiste en que te lo recorten y es un proceso incómodo en el que hay frustración, disciplina y pinchazos en el glande. Cierto autor de cómic, que no soy yo, sufrió esta misma dolencia. Y tantos otros que desconocemos y que nos estarán leyendo en estos momentos mientras se rascan la entrepierna.
Flipamos mandarinas que en el último festival Graf compartieras mesa redonda con una adalid del feminismo como Elisa McCausland y un chambelán de Carmena que cuenta chistes regular, como Zapata, ¿Qué tal fue la experiencia?
Fue una cosa curiosa. Nunca había participado en una mesa redonda. Aunque la verdad es que no había ninguna mesa. Soy bastante tímido y con poca mano para las relaciones sociales, algo que está empeorando con la edad y el peso, así que me lo tomé como una especie de terapia. Confieso que tras las primeras intervenciones de los contertulios que has citado sentí una gran desorientación. Apenas conocía las referencias que nombraban, no había leído los libros ni visto las películas y series que citaban. La terapia no estaba funcionando, me encontraba en un callejón sin salida. También estaba allí Santiago García. A este le entendí algo mejor, me dio pie a intervenir algo más centrado. A pesar de todo, mi discurso fue difuso y mi presencia debió de transmitir una sensación de aturdimiento desconcertante. Mi forma de expresarme, involuntariamente barroca y con derivas cómicas de irregular resultado, potenció seguramente esa sensación. Quizá fue un foro demasiado sesudo para un ceporro de mi calibre. No sabría decir a qué conclusiones se llegó. Supongo que la gracia está en abrir caminos más que en llegar a alguna parte. Yo desde luego me perdí por el camino. En cuanto a mis contertulios, no conocía a la Maclausland, a Santiago García no en persona, pero sí sus trabajos, claro. En cuanto a Zapata sabía lo de su asunto con los chistes de twitter. El hombre en cuanto tuvo ocasión sacó el tema para explicar su affaire y abrir un debate sobre la defensa de la libertad de expresión. Supongo que se ve forzado a explicarse cada vez que se dirige a un auditorio. Ser un personaje público hoy en día no debe ser nada fácil con cosas como OKdiario, Grindr, Jugones o El País acechando cada día en el kiosko. En cualquier caso toda mi solidaridad con el feminismo, la libertad de expresión y los becarios.
¿Sol y sombra o castellana?
Me quedo con la sombra solo. A la sombra se está mejor.
¿Compresa o moon cup?
De momento nada, todavía no me ha venido el periódico.
¿Jiménez Losantos o Iker Jiménez?
Depende, si quiero oír hablar de temas paranormales, fantasmas y alienígenas escucho a Losantos, para temas políticos a Iker. Esto me lo has puesto a huevo. ¿Tendrán algún antepasado común?, lo digo por compartir apellido. ¿Casualidad o serendipia? ¿Por qué Iker nunca da su segundo apellido? ¿Se llamará acaso Iker Jiménez Losantos? En cualquier caso hay algo que me irrita en los dos. Losantos lo tiene todo clarísimo y de todo tiene una puta opinión. En cambio Iker no tiene nunca respuesta clara para nada. ¿Otra serendipia?
¿Qué opinión te despierta este anuncio de un artilugio para los canes? ¿Y qué opinas del panorama comiquero actual?
Es curioso que me enlaces la pregunta del panorama comiquero con ese humillante zarrio para perros. ¿Casualidad o serendipia? ¿Intentas mandarme el mensaje subliminal de que el panorama comiquero es una inmensa balsa de mierda?… ja ja ja. Hombre, mierda habrá, claro que sí, pero como en todos los lados. En cualquier caso es una cuestión de gustos, claro. Yo solo soy un pobre amateur medio lerdo que se asoma a las páginas del TMEO cada dos meses con sus historias de mierda, porquerías y holocaustos estéticos. Para mí el TMEO es la mejor publicación de esta vieja y podrida piel de toro, donde comparto páginas con referentes como Piñata, Roger, Mauro, Ata, Abarrots y otros que me dejo. Indudablemente a veces también en el TMEO publicamos alguna que otra mierdica, claro que sí, pero es una publicación que mantiene el tipo después de tantos años, donde se reverencia el «gag», un elemento fundamental en el cómic a mi entender, en un escenario actual donde en muchas ocasiones se celebra la vacuidad, se da más valor a la estética «salvados por la campana» y a la bobada insustancial. Me refiero a que a mi modesto entender una historia, sea corta o larga, tiene que contar algo que a poder ser te sorprenda un poco. Al menos intentarlo. En cuanto a editoriales no cabe duda de que Autsaider Cómics es lo más. No porque haya editado la obra más importante del tebeo español desde que se murió el Caudillo, «Nosotros llegamos primero», que también; sino por su valiente apuesta editorial en un mundo donde el «salvadosporlacampanismo» estético, el antigag y el endiosamiento de lo fútil extiende su influencia malsana. No sé si me explico.
Nunca estaré lo suficientemente agradecido de qué un día me recomendaras descargar el grupo The Furtivos ¿Sabes qué fue de esa maravillosa banda garagera?
Pues se disolvieron en el 90 o por ahí, creo, y por lo que sé, ahí acabó la cosa. Bueno, su influencia se extiende hasta la actualidad, claro. Hace unos cuantos años recopilaron sus temas en un CD «The Furtivos: Discos de oro, jets privados y chicas en Bikini».
Me suena que un día me comentaste algo acerca de que tocabas en un grupo llamado Los Bingueros ¿Existe alguna maqueta?¿Qué instrumento tocabas? ¿Puedes pasarnos alguna letra?
Bueno, tocar tocar, no toqué mucho. La verdad es que no me comí un rosco con aquello, que es básicamente para lo que se monta un grupo musicovocal, la juventud. Los Bingueros fue un combo que nunca dio un concierto. Nuestro clímax lo alcanzamos ensayando en los sótanos cochambrosos de cierto bar zaragozano del que éramos habituales. Aquello fue aproximadamente en el 97. Los cerebros, si es que había alguno realmente, éramos mi colegui Camilo y su guitarra de tres cuerdas y servidor. El rock and roll y el garage eran nuestros referentes, a lo que sonara lo que hacíamos solo Dios lo sabe, y alguna casette que tengo por ahí. Mi tendencia hacia la rumba garagera tuvo clímax como «Me estás volviendo loco”. Un hit importante fue «no te golpearé más», deudora del sonido furtivos y un acercamiento descarnado y algo desorientado sobre la violencia de género; y «Nena písame”, un desvarío garagero-fetichista de indudable encanto, son algunas que recuerdo. «Bad woman» y «Perro callejero» fueron dos joyas que salieron de las manos de mi compinche y amigo Camilo, en fin, nuestra limitada pericia instrumental y vagancia impidió nuestro despegue. Quizá algún día, cuando los críos se emancipen, acabemos haciendo algo.
Ahora me viene un trozo de «Me estás volviendo loco», dice así, ¡dadme palmas!:
Mestás volviendo locooooooo
Ay! locooooo, me estoy volviendo yooooo
unas veces dices que sí
otrás veces dices que no,
aluego otra vez que sí.
y al finaaal que no, que no
y una cosa te ví a decir,
que no te la repetiré
las chicas que me van a mí
solamente dicen que sí
ye-yeeeee
solamente dicen que sí
Mestás volviendo locoooooooo…
Y así media hora.
Si hubiera una atracción en el parque de atracciones de Monte Igueldo que adaptará algún pasaje de «Nosotros llegamos Primero» ¿Cómo sería?
Sería una especie de carrusel de giro progresivo que alcanzara altas cotas de velocidad, donde los caballitos serían cohetes y al que habría que subir con una copita de coñá y una faria, y consumirlas en la vorágine del aparato, con previsión de vomiteras, trompazos y estropicios varios. En la carcasa del carrusel habría aerografiadas de vicetiples pechugonas, semblantes de Franco y raciones de calamares y tapas diversas dotadas de esa atractiva deformidad que le da a sus obras la mano del artista feriante.
Cuéntanos un poco de que va eso de Palmeras y Puros.
Palmeras y Puros compañía gráfica es el desvarío exótico de dos aventureros de opereta pagados de sí mismos que somos mi socio y amigo el Sr. Rueda, el «Jack Davis del Turia», y este que les escribe. Nació hace casi ya cinco años cuando mi colegui me propuso hacer serigrafías con diseños nuestros y después orquestamos el Palmeras & Puros Magazine como órgano de difusión de las mismas y que, a la postre, ha tomado el total protagonismo del asunto. En definitiva, es un fanzine anual que incorpora un par de serigrafías en todos sus números y que toca siempre temas supuestamente exóticos. Un exotismo con cierto sabor a chorizo, podríamos decir, pero con todo el aroma y sabor propios de esta compañía cuyos talleres se encuentran en una encantadora y decadente villa de aire indiano a las afueras de Teruel. Nuestro último número de reciente aparición se centra en la figura del MOAI. ¡Háganse con todos!
http://palmerasypuros.blogspot.com.es/
Sabemos que eres zurdo. En ese sentido wikipedia manifiesta lo siguiente: «Una creencia sugiere que los zurdos son más inteligentes o creativos que los diestros» ¿Lo corroboras?
Bueno, yo en realidad solo soy zurdo para dibujar, escribir y comer. El resto de cosas como limpiarme el trasero o tocar la zambomba lo hago con la derecha, así que no sabría qué decir.
Anda, enróllate y dibújanos una chopper para acabar de rematar esto.
A ver que me sale.
