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Me llamo Rossa Matilda Richter, Zazel, y en este preciso momento quince mil ojos apuntan hacia mí. Soy mujer, pero me llaman hombre bala. Sea como sea es mi turno, me toca cumplir. Ahora mismo lo único que me importa es no acabar espachurrada en el suelo como una calcomanía, un riesgo que corro cada veinte días. Así es el mundo del espectáculo, así es mi show, así es mi vida; así es la vida de un proyectil humano.

Subo a mi cañón por la parte trasera. En cierto modo lo heredé de su dueño, de su inventor. Recuerdo exactamente el día y sus palabras:  «heredas un modo de subsistencia. Con este cañón, si lo cuidas, podrás vivir alrededor del mundo» ¿Cómo olvidarlo? Las personas «normales» y afortunadas reciben de sus padres casas en herencia, pequeñas «fortunas» fruto de toda una vida de esfuerzo y ahorro. !¿Entonces?! ¿En qué me diferencio yo?

Escalo el cilindro hasta que llego a su boca, abro la tapa protectora con la única llave que existe para ello y solo yo tengo, y saludo por última vez al público entre música festiva y aplausos. Es el momento. Entro y deslizó seis metros hasta el fondo. El ruido ha desaparecido. Hay demasiado silencio aquí y el corazón se acelera por segundos. Esto está cogiendo ángulo, y al fondo del cañón solo veo el cielo. ¡Estoy muerta de miedo! Escucho la voz a través del megáfono de fuera anunciar la cuenta atrás. Que Dios me pille confesada.

¡Tres! ¡Dos! ¡Uno! ¡FUEGO!

Crónicas de una hombre bala

El hombre bala es uno de esos conceptos superfluos que pasan desapercibidos entre palomitas y coca-cola. Sin embargo, más allá del hecho de poner en juego su vida, conlleva intrínseco uno de los estigmas de la historia del lenguaje, el género, pues hay que subrayar que ¡el primer hombre bala fue una chica! Entonces, ¿qué usar para el genérico? ¿mujer bala u hombre bala? Por otro lado, su sentido y referencia guardan el secreto del salto entre generaciones mientras la metáfora del hombre bala se utiliza en diferentes contextos y ámbitos literarios para explicar actitudes y respuestas a contextos sociales. Pero centrémonos.

La definición técnica de hombre bala contempla que éste es un proyectil humano de carne y hueso que un cañón expulsa a modo de bomba hasta aterrizar en una red gigante que hace de parada. Datan de mitad de siglo XIX y principios del XX, y se comenta que originariamente era más bien un espectáculo cómico que de riesgo o habilidad, y que eran muy pocos quienes integraban este gremio.

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Metáfora del Hombre Bala

En la actualidad la figura del hombre bala ha calado sin embargo como alternativa a una vida alienante y resignada. Y éste podría ser cualquier persona de entre 16 y 90 años de edad. Entre otros muchos, los especialistas del programa Perjudicados por la Hipoteca defienden al hombre bala como una opción práctica frente a la cada vez más complicada situación laboral y de acceso a la vivienda. Mientras los datos del INE contemplan un descenso en picado del acceso de los jóvenes españoles a una propiedad, cada vez son más en intención de compra quienes optan por un cañón hidráulico como habitáculo y/o profesión. Como motivos principales del cambio de mentalidad se contemplan la continua subida de los precios en los pisos de alquiler y los estrictos requisitos para la concesión de un préstamo hipotecario.

El incremento de hombres bala se asocia directamente a un contexto social concreto y determinante, el que sigue a la crisis internacional provocada por el boom inmobiliario. Y si bien en la actualidad se presenta como alternativa a un estilo de vida alienante y resignado, en su origen pocos eran los valientes elegidos que presumían de poseer uno de estos cañones, o por lo menos de vivir al pie del cañón. Hoy sin embargo podrías ser tú mismo.

  Metáfora del Hombre Bala Intergeneracional

HOMBRE BALA ON FIRE!

Considerada la metáfora del hombre bala como el modelo de tránsito ínter-generacional, bromas aparte; quienes se consideran profesionales y presumen de una larga trayectoria en el oficio resaltan el momento del disparo como algo verdaderamente peligroso.

«Pasas mucho miedo. Te metes en un tubo de siete metros de largo, caes al fondo, esperas que vaya cogiendo ángulo y llega un momento que sólo ves el cielo», Luís Muñoz.

«Dentro del cañón estás muy solo. Lo más difícil es controlar la mente, concentrarte solo en los tiempos. Olvidarte de todo lo demás. No pensar en lo que va a pasar», Luís Muñoz

«Aquí tengo veintidós tornillos, cinco placas, un clavo y un alambre«, Israel Gasca, hombre bala.

HISTORIA DE UN DISPARO

El primer disparo registrado como hombre bala paradójicamente lo protagonizó un mujer, bueno, mejor dicho una adolescente de catorce años, Rossa Matilda Richter, en la ciudad de Londres, y las versiones sobre la distancia del lanzamiento rondan entre los seis y once metros de longitud.

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Cartel de muestra del espectáculo de Zazel, el primer proyectil humano

El espectáculo del hombre bala está íntegramente vinculado al mundo del circo, y podría calificarse como uno de los más peligrosos. A modo de tirachinas gigante, el cañón propulsa al proyectil humano a través de un mecanismo de muelle enorme (en ocasiones también hidráulico). No hay pólvora ni fuego en el disparo, sólo forman parte del espectáculo. Es una manera de maquillarlo, de decoración, que lo hace todavía más impresionante. Aunque jamás escucharás decirlo de boca de un hombre bala, es un secreto a voces que mantienen a modo profesional aun conscientes de ello.

Es imposible separar al hombre bala del mundo del circo. De él procede y en él continúa. Incluso cuando los jóvenes barajan la opción de meterse a hombre bala como alternativa a un modo de vida alienante, no deja de ser reflejo y consecuencia del «circo» generalizado que vive la sociedad actual.

Si bien el circo de nuestros días es la televisión, antes lo era una carpa. Alrededor de ella acontecían durante varios días una serie de espectáculos para mayores y pequeños donde disfrutar de las diferentes «maravillas de la naturaleza», cosas extraordinarias; malabaristas, acróbatas, animales, payasos o fenómenos extraños. Este es el mundo de nuestro genuino y carismático hombre bala, es el lugar de donde procede, el universo en el que vive envuelto y en el fondo su pequeña y nómada familia.

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Zazel. «Su perfecta figura obligaba a mirarla una y otra vez».

Por lo general, los niños y niñas de entonces soñaban en convertirse, muy parecido a lo que hoy también ocurre, en personajes fantásticos propios de la literatura del momento. Las chicas princesas y los chicos valientes escuderos.

Pero Rossa Matilde Richter, de nombre artístico Zazel, la primera chica bala, es decir, el primer proyectil humano registrado en la historia, soñaba con vivir otras aventuras. Creció en el circo y desde pequeña imaginó trabajar de mayor como domadora de elefantes, volar como trapecista, pasar por el aro de fuego haciendo una voltereta acrobática y tener como mejor amiga a la mujer barbuda. En el fondo era un sueño muy a su alcance. Pero lo que nunca imaginó es que fuese a ser el primer hombre bala de la historia. (Y usamos el atributo hombre para que quede claro que fue la primera entre hombres y mujeres) Se desconoce el motivo por el cuál se la eligió, pero no es macabro pensar que fuera utilizada como conejo de indias.  Sea como fuere ahí queda.

Zazel actuó varias veces en en los espectáculos del circo P.T. Barnum, viajó a Francia y EEUU hasta que en Nuevo México sufrió un terrible accidente donde se fracturó la espalda y tuvo que abandonar la profesión de mujer bala.

El inventor del mecanismo del cañón fue Gran Farinni, quien recibió el encargo del circo de Phineas Taylor Barnum, y contempló al instante el truco de incorporar efectos especiales al cañón para hacer de los disparos algo más espectacular. Así los fuegos artificiales sincronizados con el sonido del disparo y el lanzamiento simulaban una explosión, y sin el público saberlo, el hombre bala parecía esquivar a la muerte dos veces en un salto. Una al fuego de la explosión y otra a la altura del salto. Pero lo cierto, sin restar valor, es que sólo lo hacía una vez, pues el lanzamiento estaba propulsado por un muelle gigante que impulsaba hacia el vacío, pero no quemaba.

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Vuelo de hombre bala en Atlantic City

Después del salto de Zazel aparecen en 1920 los Zacchinis, una familia italiana instalada en EEUU. Usaban dos cañones en sus actuaciones, algo innovador por entonces, y participaba toda la familia, seis hermanos y dos hermanas. El accidente que abrió el fin de esta carrera ocurrió en 1940 cuando uno de los hermanos, Mario, se tuvo que retirar para siempre tras sufrir un tremendo accidente, algo determinante para el grupo familiar, que terminó definitivamente cuando en 1970 su sobrina Linda se rompió el cuello al chocar en el aire con su marido Emanuel en mitad de la actuación.

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«Tu posición dentro del cañón determina tu aterrizaje» «Se trata de una mezcla entre estar de pie y adoptar una posición fetal. Tratas de alienar el cuello con la columna vertebral y de colocar la puntas de los pies en la posición correcta»

Récords Guinnes Mundial:

  • 1877: Rosa Richter, conocida como Zazel, es la primera persona registrada como bala humana con un disparo de 6 metros en el Royal Aquarium de Londres
  • 1940: Emanuel Zacchini, nacido en una familia de balas humanas, logró el récord mundial con 53 metros.
  • 1995: David Smith Snr supera la hazaña volando 55 metros.
  • 2011: Su hijo, David Smith Jr bate el récord de su padre volando 59 metros en Milán.

Existe un documental sobre David Smith Jr. en sus últimos días de actuación en la feria de Tennessee. Un documental corto que muestra lo que los directores del vídeo consideran «una persona dedicada a un acto de nostalgia y emociones a pesar de su riesgo».

El equipo de hombres bala más extraordinario de la actualidad lo forman dos profesionales descendientes de familia en el gremio, Robin y Chachi, unidos para siempre por el cañón.

La pareja se conoció en Houston , Texas, en 1988, mientras Robin presenciaba la actuación de su primo, también hombre bala. A partir de entonces formaron un equipo donde Robin hacía de proyectil y Chachi de pulsadora. Hasta que en 2008 Robin sufrió un accidente que le provocó una lesión de gravedad que lo apartó durante un tiempo largo, y su pareja lo sustituyó. Cuentan que tras el accidente, de camino al hospital, en la ambulancia le dijo «¿crees que puedes sustituirme como mujer bala?¿podrías hacerlo por mí Y así comenzó la carrera de una de las mujeres bala más relevantes de la actualidad. Usa un cañón con el que vuela unos 30 metros. Una de sus últimas actuaciones fue en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres, mientras tocaban el tema de Eric Idle. Todo un colofón.

Se estima que son sólo unas diez personas quienes trabajan como hombre bala en todo el mundo. La potencia del disparo lanza al proyectil a unos 100 km/h. Requiere un estado físico y mental curtido y mucha experiencia. «Tus cálculos deben ser exactos. Cualquier cosa en tu trayectoria de vuelo puede ser terrible.»

 !NUNCA ELIGAS LA MUERTE!

 DEATH IS A CHOICE

 César TZ

César TZ

choppermonster.com