En su serie ‘Cosas que importan’ hoy Mr. Bratto narra e instruye sobre el fenómeno fan, una institución muy arraigada del imaginario humano.
Hoy vengo a tratar un tema que me tiene muy preocupado, tanto que en ocasiones me levanto a media noche empapado en sudor, me sirvo un vaso de agua helada y me lo arrojo a los ojos, hoy hablaremos del FENÓMENO FAN.
Antes de que Victoria Prego inaugurara la transición modélica, no era muy frecuente ser fan de alguien. Estaban los fans del Pequeño Franco-que casualmente siguen forrando sus carpetas con su rostro a pesar de ser gente ya muy anciana- y algún seguidor de la Virgen del Rocío o del torero de turno, pero no era como ahora. Bien es cierto que cuando vinieron los Beatles la gente gritaba mucho, pero eran gritos de alarma tras ver entre bambalinas a Joaquin Luqui.
Ahora todo el mundo se declara FAN de algo o de alguien. Están esas personas con baja autoestima, que lo mismo te cortan la Gran Vía con pancartas con la noble misión de pedir el voto para CHUSKY en GRAN HERMANO VIP, o esas adolescentes que pasan calamidades pernoctando seis meses a la puerta del Palacio de los deportes para ver a JUSTIN BIEBER; esa señora que hace cola para que BELEN ESTEBÁN le firme un libro, o esa joven que espera a la salida de una de sus fabulosas sesiones de diyei para que PAQUIRRÍN la fecunde y emparentar con la alta nobleza del clan Pantoja, pudiendo así lucir su blasón con tres caniches rosas en llamas y una lata de banderillas montada sobre un pony rampante con cresta.
Entre las fans más fieles se encuentran las de MIGUEL BOSÉ, que empezaron idolatrándolo cuando era un efebo amanerado que bailaba al son de Don Diablo. Siguieron rindiéndole pleitesía cuando se jactaba de ser tu AMANTE BANDIDO luciendo falda pantalón, y continúan idolatrándolo ahora, a pesar de lucir un rostro de cera que le hace parecer un villano de un lejano planeta.
Otro caso curioso es el de la popular cantante ALASKA Y DINARAMA, esa señora que se asemeja a MR POTATO, ya que carece de rostro y tiene que adquirir aspecto humano poniéndose cejas y demás complementos faciales. Su adlátere MARIO, también cuenta con legiones de seguidores, a pesar de sus graves taras psíquicas y de lucir un estudiado aspecto que le hace parecer una escobilla del WC con el pelo de uno de esos muñecos TROLLS que estuvieron de moda en los lejanos 90.
En el mundo musical todo ha cambiado mucho. Antaño la gente idolatraba a seres mitológicos de vigorosa melena crispada, con abundante musculatura esculpida en la fragua del Dios Thor, usando guitarras a modo de poderosos símbolos fálicos y eyaculando solos con gran virtuosismo. Hoy, por el contrario, la gente adora a otro tipo de artistas, seres lánguidos con su instrumento a la altura de los pezones, personas que llevan los pantalones ceñidos y remangados hasta la rodilla, sin calcetines, como si fueran pisadores de uva del Alto Penedés, con aspecto desaliñado y una barba que parece un puñado de pelos de pubis de un vagabundo arrojados sobre su rostro. Son otros tiempos, qué duda cabe.
Actualmente hay FANS de todo, de los juegos de rol, de Mariano Rajoy, del sexo anal en la tercera edad, de la nueva cocina, del fútbol, de ABRAHAM MATEO… hasta de un “YOUTUBBER» Esto es muy curioso, pues antes Youtube se usaba para cosas importantes, como mostrar al mundo ese vídeo en el que un burro te acosaba sexualmente mientras tocabas el banjo, o para enseñar al mundo tus habilidades, ese señor del Cono Sur explicando cómo hacer funcionar una lavadora durante diecisiete eternos minutos plagados de ESTOOO… Y respiraciones fuertes. Hoy por el contrario, ese invento tan importante para el devenir de la raza humana y el conocimiento está plagado de seres con una gorra gigante haciendo sus cosas y hablando muy rápido tras beber dieciséis latas de bebida energética, ‘MONETIZANDO’ (como se dice ahora) sus intervenciones, con millones de visitas, publicando libros sin parar, y colapsando centros comerciales.
Nosotros siempre hemos sido muy FANS de todo, hasta respetábamos a las seguidoras de A.J. de los Backstreet Boys. No dudamos en gritar como quinceañeras ante la presencia turbadora de galanes como ANDONI FERREÑO o divas como MERCHE, pero siempre desde el respeto y sin invadir su vida privada, porque como muy bien dice Juan Manuel de Prada en su obra “CARTAS A LOS CORINTIOS, RETURN TO SENDER”: Un famoso, no deja de ser un hijo de puta con un calcetín lleno de monedas, deseando golpear tu rostro. O mejor aún… Olviden esto último, mi consejo es que si usted es FAN, séalo hasta las últimas consecuencias, que su ídolo note su corazón palpitando por él, forme parte de su vida y convierta su placentero sueño en su mejor pesadilla, que al despertar lo primero que vea, sea su rostro cerúleo y su mirada vidriosa mientras fuma un cigarrillo sentado en su cama y arroja el humo a sus ojos sugerentemente.
Y es que como decía Mark David Chapman: YA NO QUEDAN FANS COMO LOS DE ANTES.
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